Steve Boultbee Brooks y Matt Jones tienen la esperanza de hacer historia en la aviación completando el primer vuelo alrededor del mundo en un Spitfire. En el verano de 2019, los dos pilotos británicos recorrerán más de 43.000 kilómetros y cruzarán 26 países en el icónico aeroplano.

El Spitfire —el caza británico, potente y extremadamente ágil, del que se construyeron más de 20.300 prototipos entre 1936 y 1948— dispone de una autonomía de vuelo de 750 kilómetros. Casi la distancia exacta entre Londres y Schaffhausen.

Esta cifra inspiró la idea de la aventura en la que se embarcarán Steve Boultbee Brooks y Matt Jones en su proyecto «Silver Spitfire – The Longest Flight». Nunca un Spitfire ha dado la vuelta al mundo en la historia de la aviación. Se trata de un caza con un alcance de vuelo limitado que no fue diseñado para un reto de ese tipo. El vuelo de vuelta al mundo, que recorrerá más de 43.000 kilómetros, estará dividido en 100 segmentos, en los que el avión deberá afrontar las condiciones más extremas. El frío de Rusia, el calor y la humedad del clima asiático, las tormentas sobre el Pacífico y las tormentas de arena del desierto no solo llevarán al límite a los materiales del avión, sino también a sus pilotos.

La vuelta al mundo en un avión Spitfire es una audaz idea de los pilotos británicos Steve Boultbee Brooks y Matt Jones, fundadores de la Boultbee Flight Academy, la única academia de vuelo de Spitfire reconocida oficialmente, que les ha dado la oportunidad de aprender a pilotar el legendario caza. La academia de vuelo también preserva los conocimientos de ingeniería necesarios para mantener los «Spits» en el aire durante muchos más años. Su sede se encuentra en el Aeródromo Goodwood al sur de Inglaterra. Entre 1940 y 1946, este aeródromo de la Real Fuerza Aérea sirvió como ampliación del cercano Tangmere de la RAF.

Steve Boultbee Brooks no es nuevo intentando batir récords. Este piloto fue el primero de la historia en volar en helicóptero desde el Polo Norte al Polo Sur, una hazaña para la que necesitó dos helicópteros y más de 100 etapas de vuelo y que tardó en completar más de dos años. Por su parte, Matt Jones, con sus 350 horas de vuelo es uno de los pilotos de Spitfire más experimentados de la actualidad. El objetivo de la vuelta al mundo de los dos pilotos es divulgar la singular historia de la ingeniería del Spitfire. De ahí que pretendan presentar el avión al máximo número de personas posible. El Spitfire, como embajador de la libertad, volará a países en los que nunca ha tomado tierra. Boultbee Brooks y Jones también albergan la esperanza de que su viaje anime a los jóvenes a interesarse por la mecánica y la ingeniería, pues solo la fascinación por estas disciplinas podrá mantener al Spitfire surcando el cielo en años futuros.

Boultbee Brooks y Jones localizaron en un museo el aeroplano que despegará el próximo agosto para iniciar su vuelta al mundo. Se construyó en 1943 en Castle Bromwich y realizó más de 50 vuelos durante su tiempo de servicio. Se han desmontado y restaurado todas las piezas del avión. Todos y cada uno de los 80.000 remaches del aeroplano fueron cuidadosamente examinados, limpiados y, en caso de ser necesario, sustituidos. Asimismo, todas las piezas de este «Silver Spitfire» se han pulido para que su diseño cromado resplandezca, para lo que se ha utilizado un procedimiento especial, capaz de crear un acabado con el brillo impresionante de un espejo, sin por ello modificar la pátina original de avión. El aeroplano, por tanto, mostrará como nunca antes la belleza escultural del diseño del Spitfire, convirtiéndose así en un «reflejo del tiempo», ya que dará testimonio de su agitada historia. 14 especialistas han trabajado durante más de dos años en el intensivo proceso de restauración del aparato.

El plan de vuelo no se ha finalizado aún, ya que los detalles dependerán de las condiciones meteorológicas. No obstante, lo que sí es seguro es que volará desde Goodwood en el sur de Inglaterra hacia Canadá sobrevolando Islandia y, desde allí, continuará hasta EE. UU. para que la tripulación aproveche las condiciones meteorológicas relativamente benignas para el vuelo del Ártico. A continuación volará sobre Alaska y Rusia hacia Japón y el sureste asiático antes de dirigirse hacia la India. Y, finalmente, el «Silver Spitfire» regresará a Europa a través de Oriente Próximo.

El Spitfire no cuenta con tanques de combustible de reserva, por lo que deberá parar a repostar cada 750 kilómetros. En cada punto de repostaje, además de la cantidad necesaria de combustible, los pilotos también dispondrán de las piezas de repuesto originales que sean necesarias. El gestor del proyecto y responsable de la logística, Lachlan Monro, jugará un papel fundamental en el éxito de la expedición. Los 26 países en los que aterrizará el «Silver Spitfire» cuentan con diferentes reglamentos y leyes y cada una de las 100 paradas presenta sus propios retos logísticos. La expedición también dependerá de la experiencia del ingeniero jefe Gerry Jones, responsable del funcionamiento del Spitfire. Al tratarse de un aeroplano tan antiguo, el Spitfire requiere una gran cantidad de mantenimiento y será revisado cada 25 horas de vuelo. Jones lleva muchos años ocupándose del mantenimiento de estos aviones y conoce hasta el último tornillo.

Steve Boultbee Brooks y Matt Jones se turnarán en la cabina. El productor cinematográfico Ben Uttley y el cámara John Dibbs esperan documentar este viaje desde un avión de acompañamiento. Y, por último, los dibujos del artista francés Romain Hugault, uno de los ilustradores más conocidos del universo de la aviación clásica, asegurarán que el vuelo alrededor del mundo del «Silver Spitfire» quede inmortalizado para siempre.