Schaffhausen,
14
Enero
2018
|
23:59
Europe/Amsterdam

TIME SHAPERS

Hay cuatro personalidades que han ejercido una influencia fuerte en la historia de la manufactura Schaffhauser durante su tiempo en IWC. Florentine Ariosto Jones, Ernst Jakob Homberger, Günter Blümlein y Georges Kern.

FLORENTINE ARIOSTO JONES
El relojero Florentine Ariosto Jones viajó en 1868 de Boston a Suiza a la edad de 27 años y fundó la International Watch Company en Schaffhausen. Previamente conoció las técnicas modernas de fabricación de la industria relojera americana en E. Howard Watch & Clock Company. En ese momento, quería combinar este procedimiento con la artesanía y experiencia del relojero suizo, para así fabricar relojes de bolsillo de calidad superior para el mercado estadounidense. Estableció una infraestructura de producción altamente industrializada para la fabricación de más de 10 000 movimientos al año, en un tiempo en el que la mayoría de los relojes aún eran fabricados por relojeros que trabajaban en casa. El enfoque en la industrialización es patente en los calibres de Jones equipados de platinas tres cuartos. Este enfoque de fabricación ampliamente utilizado en EE. UU. permite producir componentes pequeños de forma más fácil y económica. Jones fue sin duda alguna un visionario que, sin embargo, se encontró ante retos que le impidieron alcanzar todos los objetivos de rentabilidad, como el rápido aumento de la producción, el incremento de los salarios y los peajes de importación. En el momento en que Jones no podía cumplir con las expectativas de sus accionistas, se vio obligado a volver a EE. UU. en diciembre de 1875. En 1880, Johannes Rauschenbach- Vogel se hizo cargo de la manufactura industrial de Schaffhausen. El pionero F. A. Jones, que fue el primero en poner en práctica la moderna técnica de fabricación de transferencia tecnológica de EE. UU. en Suiza, nunca regresó al sector relojero y murió el 18 de octubre de 1916 cerca de Boston. Aún así, su legado sigue vivo en Schaffhausen: dos años antes de su muerte, la producción anual ascendió a 25 000 unidades.


ERNST JAKOB HOMBERGER
Después de la muerte de su predecesor Johannes Rauschenbach-Schenk, Ernst Jakob Homberger toma el timón de IWC en 1905. Homberger comenzó a formar parte de la familia al casarse con la hija menor de Rauschenbach. En aquellos tiempos, su cuñado, el famoso psiquiatra Carl Gustav Jung, también participaba en la empresa. En 1929, Homberger se hizo cargo de las participaciones de Jung y se convierte en el único propietario de la manufactura. Homberger dirigió IWC con mucho éxito durante la difícil crisis financiera de los años treinta, en su calidad de patrón estricto. Inspirado en sus dos hijos apasionados por volar, Hans Ernst y Rudolf, Homberger lanzó un Reloj Especial para Aviador en 1936 y así inicia la tradición de los Relojes de Aviador, que sigue viva hasta hoy en Schaffhausen. Además, se fabrica el primer Portugieser en 1939 bajo su dirección. Homberger también ha demostrado visión de futuro en asuntos empresariales, cuando en 1944 contrató a Albert Pellaton, especialista reconocido en materias técnicas y de producción, como director técnico de IWC. En 1955, se presentó el primer Ingenieur. La jaula de hierro dulce protege el reloj con eficacia de los campos magnéticos, y la cuerda Pellaton automática, especialmente eficiente, utiliza dos direcciones de giro en el rotor por primera vez para tirar del muelle real. Ernst Jakob Homberger murió ese mismo año. Su hijo Hans Ernst se hizo cargo de la dirección de IWC como el último propietario privado.


GÜNTER BLÜMLEIN
En el momento en que los modelos de cuarzo baratos de Japón se lanzaron al mercado, provocó una crisis grave en la industria relojera suiza. En 1978, la fábrica alemana VDO Adolf Schindling AG adquiere IWC. Los nuevos propietarios contrataron a un estudiante de ingeniería, Günter Blümlein, experto en materia de ventas. Apuesta con decisión por la herencia y tradición de la manufactura e inicia el renacimiento de la mecánica de calidad en IWC. En aquellos años, Kurt Klaus desarrolló el famoso calendario perpetuo, lanzado al mercado en 1985 en la familia Da Vinci. En 1990, IWC escala con el Grande Complication al olimpo de la Haute Horlogerie, que incluye, entre otras cosas, la legendaria repetición de minutos de Dominique Renaud y Giulio Papi. En 1993 se lanza con motivo del 125 aniversario de la empresa el «Il Destriero Scafusia», el reloj más complicado de Schaffhausen. Además, Blümlein aumentó la fabricación y desarrollo de sus relojes y de la familia del calibre 50 000 con la cuerda Pellaton y la reserva de marcha de 7 días. Bajo su dirección, IWC inició su competencia exclusiva en materiales hasta la actualidad. En 1980, se lanzó el Cronógrafo de Titanio Porsche Design de IWC, el primer reloj del mundo de pulsera con caja de titanio. En 1986, le siguió el Da Vinci Calendario Perpetuo, el primer reloj con caja de cerámica de óxido de circonio negro. En febrero del 2000, Richemont compró IWC, Jaeger-LeCoultre y A. Lange & Söhne. Günter Blümlein también tenía un papel importante en el consorcio. Pero en 2001, murió de forma inesperada a la temprana edad de 58 años después de una enfermedad grave que duró poco tiempo.


GEORGES KERN
Georges Kern se unió a Richemont en el 2000 y en 2002, asumió el cargo de director general de IWC más joven del grupo con tan solo 36 años. En los años siguientes convirtió a IWC, una fábrica famosa en la mayoría de Europa, en una marca de lujo a nivel mundial. Kern condensó la gama de productos y creó una posición clara de las seis familias de Relojes de Aviador, Portugieser, Portofino, Ingenieur, Aquatimer y Da Vinci. Georges Kern es el arquitecto de la transformación de IWC de un fabricante de relojes en una moderna marca de lujo. Desde muy pronto comprende el significado de crear un relato ambientado y una experiencia de marca acorde. A través de la creación de contenidos de gran riqueza consigue incrementar la atracción de IWC en muchos grupos de interés. Coloca la esencia de cada línea en el contexto de un mundo de experiencias estructurado y emocional. Así, por ejemplo, relaciona los Relojes de Aviador con el sueño de volar de la humanidad. Entre otras cosas, inicia la colaboración con los herederos del escritor Antoine de Saint-Exupéry. Las ediciones especiales del famoso cuento «El principito» de Saint-Exupéry con sus esferas de color azul nocturno adquirieron rápidamente su estatus de iconos. Las cooperaciones con Laureus Sport for Good Foundation, Charles Darwin Foundation (CDF), Cousteau Society y otros festivales de cine influyentes desarrollaron los pasos de este enfoque de «narrativa». Los diferentes mundos de los productos se visualizan a la perfección en la feria del Salon International de la Haute Horlogerie (SIHH) de Ginebra. Bajo la dirección de Kern también se están abriendo boutiques de IWC y ampliando la red de distribuidores; un logro del arquitecto de interiores y diseñador Christoph Grainger-Herr, sucesor de Georges Kern y nuevo director general de IWC en 2017.

IWC SCHAFFHAUSEN

Con un enfoque claro hacia la tecnología y el desarrollo, la manufactura suiza de relojes IWC Schaffhausen lleva fabricando desde 1868 relojes de valor duradero. La empresa se ha hecho un nombre en todo el mundo gracias a su pasión por soluciones innovadoras, su espíritu inventivo y gran habilidad técnica. Como una de las marcas punteras a nivel internacional en el sector de los relojes de lujo, IWC fabrica obras maestras de la Haute Horlogerie que reúnen ingeniería y precisión con diseño exclusivo. Como empresa con responsabilidad ecológica y social, IWC apuesta por la producción sostenible, apoya a instituciones a escala mundial dedicadas al trabajo con niños y jóvenes y coopera con organizaciones comprometidas en la protección del medio ambiente.